El auditorio del Parque Cervantes comienza a cobrar nueva vida de la mano del arte urbano
Tras la remodelación integral del Parque Cervantes, donde se ha instalado un nuevo parque infantil inclusivo y una zona de suelta de perros, este emblemático lugar de la ciudad de Alcázar de San Juan comienza a cobrar nueva vida con la decoración del auditorio que estará finalizada en un mes. El arte urbano dará presencia a la tradición cervantina, reproduciendo una peculiar biblioteca presidida por las imágenes de Sancho y Don Quijote. El artista granadino Francisco José Jiménez Campoy ya ha comenzado los trabajos y, en unos días, se le unirá el grafitero madrileño Max501, conocido como Antoñito. La decoración del auditorio es una apuesta más del Ayuntamiento alcazareño por el arte urbano.
El auditorio del Parque Cervantes se transformará, en un mes, en una galería de arte al aire libre gracias a la iniciativa del Ayuntamiento de Alcázar de San Juan que ha contratado a dos artistas urbanos para dar una nueva vida a esta zona de la ciudad. El conjunto, decorado con motivos cervantinos y quijotescos, se integrará en el diseño tradicional de este parque que, tiempo atrás, fue también una biblioteca.
En la parte frontal del anfiteatro, Don Quijote y Sancho Panza serán la puerta de entrada a un graderío convertido en estantes con libros de caballería, donde los ojos de Dulcinea darán presencia a la mujer en la obra de Miguel de Cervantes. La parte trasera del auditorio se decorará con escenas cervantinas, emulando los azulejos de los bancos donde antiguamente se ubicó la biblioteca al aire libre de este parque.
Los encargados de esta transformación artística serán Francisco José Jiménez Campoy (Fran), que ya ha iniciado los trabajos, y Ángel Caballero Rioja (Max501) conocido por sus Antoñitos.
De momento ya puede verse la imagen del hidalgo -extraída de la película de Terry Gilliam, «El hombre que mató a Don Quijote»- y la de un simpático y bonachón Sancho Panza. Retratos llenos de expresividad pintados, a golpe de spray, por Fran; profesor de pintura y artista urbano que conoce bien Alcázar, ya que residió en la ciudad durante 13 años. «Toda mi juventud la pasé aquí y conocía el parque viejo. ¡Quién me iba a decir que un día se me haría este encargo!».
No es el primer grafiti que Fran regala a la ciudad, ya que colaboró recientemente en la decoración del muro del campo de fútbol. Como cualquier artista urbano, sus principales miedos son que a la gente le guste su obra y que se respete. El primero ya está superado, porque los vecinas y vecinas del barrio están disfrutando estos días de su trabajo y se acercan a felicitarle. El segundo, considera que también será posible superarlo porque, una vez terminada la decoración, el auditorio se convertirá en una auténtica galería de arte al aire libre, un atractivo más para alcazareños y visitantes. «Los artistas urbanos estamos cambiando la mentalidad de la gente, especialmente de las personas más mayores que saben apreciarlo porque ven que los lienzos se están llevando a las paredes».
Sin duda, la apuesta del equipo de Gobierno por potenciar la decoración de la ciudad a través del arte urbano está gustando a la ciudadanía; especialmente en un lugar como el Parque Cervantes que está viendo reforzada su identidad, su historia y su atractivo y que puede convertirse ahora en zona de referencia, con identidad artística.