La edición XXXVII de las Fiestas de Moros y Cristianos de Alcázar de San Juan llega a su fin con un gran éxito de participación
La edición XXXVII de las Fiestas de Moros y Cristianos de Alcázar de San Juan ha concluido con un gran éxito, dejando tras de sí un fin de semana intenso y repleto de actividades, que ha vuelto a envolver las calles de Alcázar de San Juan. Una fiesta de Interés Turístico Regional marcada en rojo en el calendario anual alcazareño por su carácter singular, así como por el entusiasmo que despierta entre la ciudadanía, que ha atraído a numerosos visitantes y sacado a las calles a vecinos y vecinas para disfrutar del impresionante mercado medieval y los magníficos desfiles que han llenado las calles con escuadras, carrozas, pelotones, boatos y ballets.
Las celebraciones arrancaban el viernes, como viene siendo habitual, con la inauguración del Mercado Medieval ubicado en el Parque Alces. Un total de 54 puestos que durante todo el fin de semana han estado ubicados en el pulmón verde de nuestra ciudad, donde artesanos y artesanas de distinta procedencia han puesto a disposición de la ciudadanía alcazareña y visitantes de la comarca una enorme variedad de productos, desde alimentación hasta orfebrería o decoración. Gregorio Berjaga, presidente de la asociación responsable de la organización del Mercado Medieval, “Don Quijote y Dulcinea”, guió a la alcaldesa Rosa Melchor y los concejales Javier Castellanos, Bárbara Sánchez-Mateos y José Antonio Navarro durante la visita a los distintos puestos.
Desde entonces, los desfiles se convirtieron en la principal atracción de la festividad, siendo los más pequeños de la ciudad los encargados de inaugurar el primer recorrido desde la calle Emilio Castelar hasta el Parque Alces. Una manera en que la Asociación de Moros y Cristianos Al-Kasar pretende involucrar a las generaciones venideras, contribuyendo de manera inestimable a que la cultura y tradiciones de nuestra ciudad sean disfrutadas por todas las generaciones.
La Recepción de las Poblaciones Invitadas y la Entrada de Bandas del sábado por la mañana ejercía las veces de acto de bienvenida para las agrupaciones de Almansa, Elda y Villena, cuya contribución es vital para el espíritu de las Fiestas de Moros y Cristianos de Alcázar de San Juan. Junto a ellos, la Asociación de Moros y Cristianos Al-Kasar y el concejal de Festejos, Javier Castellanos, desfilaron desde la estación de tren hasta la Plaza de España, animando la arteria comercial de nuestra ciudad con el espíritu festero de Moros y Cristianos.
El plato fuerte y atractivo estrella de las actividades de esta Fiesta de Interés Turístico Regional comenzaba el sábado con la Majestuosa Entrada Mora, con un desfile que involucró a alrededor de 700 personas que llenó las calles de ritmo en una estela de colores vivos y brillantes capas y pañuelos, características inconfundibles de la vestimenta mora. La alcaldesa Rosa Melchor y los concejales Gonzalo Redondo, Benjamín Gallego, Javier Castellanos y Patricia Benito escogieron sus mejores galas moras para participar activamente en este desfile y vivir la fiesta desde dentro.
La Majestuosa Entrada Cristiana ponía el punto y final a las celebraciones de las XXXVII de las Fiestas de Moros y Cristianos de Alcázar de San Juan recreando la entrada del Bando Cristiano en la ciudad. Como colofón final, el cielo de Alcázar de San Juan se iluminó con el tradicional espectáculo de fuegos artificiales en el recinto ferial, en el que han estuvieron presentes la alcaldesa Rosa Melchor y el concejal Javier Castellanos para clausurar oficialmente esta fiesta de Interés Turístico Regional.
«No recuerdo una edición en la que haya habido tanta gente en las calles viendo los desfiles, algo que nos da ánimo y aliento para seguir con las fiestas», comentaba José Luis Carneros, presidente de la Asociación de Moros y Cristianos Al-Kasar, trasladando la percepción que tienen desde la asociación de que el enfoque y la celebración de estas fiestas «está en el camino correcto». Una visión que comparte la alcaldesa Rosa Melchor, que realizó un balance muy positivo de las sensaciones vividas en la celebración de las fiestas y quiso destacar la gran participación infantil en las mismas: «Es un factor determinante para consolidar aún más las fiestas, porque quienes las han vivido desde la infancia, no solamente no las olvidan, sino que son capaces de impregnar al resto ese gusto por la Fiesta de Moros y Cristianos».