Rosa Melchor visita el Centro Penitenciario de Alcázar de San Juan con motivo del Día de la Merced
Esta mañana, la alcaldesa Rosa Melchor, acompañada por los concejales Amparo Bremard y Pedro Noblejas, ha asistido al Centro Penitenciario de Alcázar de San Juan para conmemorar la festividad de Nuestra Señora de La Merced, la Patrona de las cárceles. Allí, el director del Centro Penitenciario ubicado en la localidad, Fernando Puerta, ha recibido a los miembros de la corporación, así como a otras autoridades políticas y de la esfera de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
En honor a la citada patrona, el centro ha organizado una semana repleta de actividades de distinta naturaleza, como deportiva o cultural, con el objetivo de mejorar la vida regimental tanto de los internos como de los funcionarios: «No dejamos de estar en la prisión por muchas actividades que haya, pero varía un poquito su régimen de vida diario y se hace un poquito más ameno. Intentamos, no solamente estos días, que la gente se motive y se mueva», señalaba Puerta.
El Centro Penitenciario de Alcázar de San Juan cuenta con una población de internos de 92 personas, de las cuales 86 se encuentran en segundo grado y solamente 6 en tercer grado. En cuanto al perfil demográfico de los internos, el director del Centro ha destacado que predominan aquellos de avanzada edad: «Tenemos 26-27 internos mayores de 60 años, incluso mayores de 70 y 80».
Por su parte, Rosa Melchor ha querido felicitar al director de la cárcel de Alcázar de San Juan, así como a todos y cada uno de los trabajadores y trabajadoras que prestan sus servicios en el centro, una profesión «ardua y complicada para que haya, en un núcleo de población de casi 100 reclusos, una relación y una convivencia normalizada que les permita cumplir sus condenas y a los funcionarios intentar ayudarles en el camino de la reinserción social»
Asimismo, la alcaldesa ha enfatizado la misión de esta visita que realizan anualmente distintas autoridades, en la que además de conmemorar a la Patrona de las cárceles, se aprovecha para realizar un balance anual «reconociendo el trabajo que realizan durante todos los días del año cuando no hay cámaras y cuando la tarea es invisible pero no por ello menos importante».