Las Jornadas de Cine Solidario de Alcázar de San Juan han alcanzado su 30ª edición, consolidándose como una de las citas culturales y sociales más emblemáticas de la ciudad. Desde su inicio en 1995, estas jornadas han proyectado más de 150 películas y contribuido a financiar más de un centenar de proyectos de cooperación internacional, con una recaudación total superior a los 300.000 euros destinados íntegramente a iniciativas en países en vías de desarrollo.
El acto inaugural, celebrado este jueves en los Multicines Cinemancha, contó con la presencia de los concejales Cristina Perea y Pedro Noblejas, junto a representantes de distintas ONGs y asociaciones que participan en la organización del evento. La sesión comenzó con la proyección del cortometraje Semillas de Kivu, ganador del Goya 2025 y dirigido por el castellanomanchego Carlos Valle, centrado en las historias de mujeres víctimas de violencia sexual en la República Democrática del Congo. A continuación se exhibió Binta y la Gran Idea, de Javier Fesser, nominado al Óscar en 2007, que aborda la importancia de la educación para las niñas en los países más desfavorecidos.
Durante la inauguración, Juan Garrido, miembro de la Asociación Luz de La Mancha, recordó los orígenes de las jornadas en el movimiento “0,7”, que reivindicaba la dedicación de ese porcentaje de los presupuestos públicos a la ayuda al desarrollo: “Desde entonces, seguimos con el mismo objetivo: sensibilizar sobre lo que ocurre en el mundo y empatizar con los problemas globales, aportando nuestro pequeño granito de arena a través de los proyectos de cooperación”, señaló Garrido.
El representante subrayó que la recaudación procede íntegramente de los bonos y entradas del cine solidario, así como de la tradicional ruta ciclista, y destacó la continuidad del apoyo municipal: “Desde 1995 el Ayuntamiento de Alcázar ha mantenido su compromiso con la cooperación. Puede que no se llegue al 0,7, pero sí existe una voluntad clara que nunca se ha perdido. Es algo de lo que debemos sentirnos orgullosos”. Asimismo, Garrido recordó que el éxito de estas tres décadas radica en la colaboración entre las ONGs locales, y agradeció a los medios de comunicación por servir de altavoz a esta labor solidaria.
Por su parte, la concejala Cristina Perea felicitó a las entidades y voluntarios que han mantenido viva esta iniciativa durante tres décadas: “Mantener 30 años de una actividad solidaria es complicado, y por eso tenemos que felicitar a este grupo de personas que no ha tirado la toalla, incluso en circunstancias difíciles como las actuales, en las que buena parte de la ayuda internacional se ha reducido”, afirmó. En esta misma línea, la edil destacó destacó la importancia de la concienciación ciudadana y la contribución de pequeñas acciones individuales.














