Comienza el reparto masivo de mascarillas a domicilio
Son personas voluntarias las que llevan a todas las calles mascarillas esterilizadas
Las telas compradas por el ayuntamiento, material para miles de mascarillas higiénicas confeccionadas por voluntarias, que querían ayudar en la crisis sanitaria
Las mascarillas comenzaron siendo recomendables para las limitadas relaciones sociales y económicas, pero en la fase cero de la denominada “desescalada” se han convertido en prácticamente obligatorias para muchas actividades cotidianas. Este lunes, decenas de voluntarios empezaron a repartirlas a domicilio. Se ha comenzado por distintas zonas de la ciudad, hasta cuyos buzones se llevaron las mascarillas cosidas con la tela que ha venido comprando el ayuntamiento desde el 16 de marzo, y que han estado confeccionadas por voluntarias que se ofrecieron a colaborar con su trabajo en esta pandemia.
El patrón estaba aprobado por las autoridades sanitarias, según explicaba la presidenta local de Cruz Roja, Inmaculada Concepción Herrera, que puntualizaba que esta es una mascarilla “que sirve para protegerte tú, para que tú no contagies, manteniendo la prudencia y la distancia necesaria”. Las mascarillas “no son de usar y tirar”, han sido esterilizadas en el hospital, y después embolsadas para su distribución casa por casa. En ese mismo sentido se expresaba la alcaldesa, Rosa Melchor, que formó parte de uno de los grupos de reparto de mascarillas en el centro urbano.
A la hora de embolsar las mascarillas, en paquetes de tres, han participado voluntarios que se ofrecieron al ayuntamiento para colaborar en la pandemia, funcionarios municipales y también concejales, concretamente del PSOE, del Partido Popular, de Ciudadanos, de Equo y de Izquierda Unida. También había concejales de Equo, Ciudadanos y del PSOE en el primer reparto de estas mascarillas, cosidas, en diferentes fases, por 246 voluntarias (y un voluntario) en sus talleres o en sus casas.
El objetivo final es que, con la tela que compró el ayuntamiento y que cosieron personas voluntarias (se apuntaron hasta 350), se disponga en todos los domicilios de la ciudad de mascarillas suficientes para cumplir con las reglas que pretenden acabar con el contagio del Covid-19.
En el primer reparto de mascarillas han participado 70 vecinos y vecinas de entre los que se ofrecieron como voluntarios y los que acudieron a la llamada del ayuntamiento, junto con los de Cruz Roja. Comenzaron a primera hora de la tarde para proceder al reparto de los primeros 8.000 sobres (cada uno con tres mascarillas, un total de 24.000) para repartir en los domicilios de la ciudad, que son más de 17.000, según adelanta el primer teniente de alcalde, Gonzalo Redondo, que se ha encargado de la coordinación de la fabricación de unas 65.000 mascarillas higiénicas. Después de la jornada del lunes quedaría por repartir la mitad de las mascarillas. No son mascarillas sanitarias ni quirúrgicas, como las que utilizan los profesionales sanitarios, pero sirven para la actividad social normal.
Las mascarillas que se están repartiendo en Alcázar de San Juan están confeccionadas por voluntarias que ofrecieron su tiempo y trabajo para colaborar durante la pandemia. Alcázar volvía a demostrar su solidaridad; en principio se cosía para los sanitarios y ahora para toda la población, demostrando solidaridad de estas voluntarias (y un voluntario) para con todos. El reparto se está realizando según se va concluyendo el trabajo de confección. Se esterilizan las mascarillas y se embolsan para repartir (también con voluntarios). De manera artesanal todo el proceso, una iniciativa que comenzaba de manera espontánea y solidaria, a través de un grupo de personas que propusieron al ayuntamiento iniciar el proceso que éste se decidió a liderar y organizar.
El reparto de mascarillas a domicilio continuará esta semana (dependiendo del ritmo de costura y de esterilización), con el objetivo final de que nadie se quede sin una herramienta personal para evitar el contagio a los demás. O de ser contagiado, porque el coronavirus se contagia especialmente de la forma denominada “aerosol”, es decir, en el aire, por respiración cercana o simplemente a través de una conversación demasiado cerca, porque en la garganta el virus se replica con especial facilidad. También por tocarse los ojos o la cara, porque entra con facilidad por el tejido conjuntivo.
CRUZ ROJA, DESDE EL PRIMER MOMENTO
Al margen de esta campaña de reparto de mascarillas higiénicas reciclables, Cruz Roja, según contaba la presidenta local, ha estado desde el 16 de marzo trabajando en la lucha contra la pandemia. A través de teletrabajo y de forma presencial, sus voluntarios han realizado hasta 27.000 llamadas a personas mayores, para combatir su soledad, les han llevado medicinas a sus casas y la compra, además de ayudar a las familias que se han visto a reducciones radicales de sus ingresos por perder su empleo o estar bajo la incertidumbre de un ERTE. Cruz Roja ha querido estar con las personas más vulnerables desde el principio. Informando a quienes los han necesitado de las reglas de la alarma y del confinamiento. O para hacer cosas tan sencillas como bajar la basura en casas de personas mayores para que no salgan y corran peligro de contagiarse o contagiar. También eso.